En noviembre de 2021, el equipo de Hateblockers viajó hasta el municipio de Alpartir, en Zaragoza, para impartir un taller con el juego de cartas Actitud Hateblocker, dentro de las actividades del Consejo de Infancia y Adolescencia. La idea era sencilla: jugar, pensar juntas y ofrecer herramientas para identificar y frenar discursos de odio en el día a día, especialmente en redes sociales.
Lo que ocurrió después superó todas las expectativas.
Días más tarde, las niñas que habían participado en el taller organizaron por su cuenta una sesión con el resto de niños y niñas del pueblo. Utilizaron el juego que conocían, recordaron dinámicas, prepararon una actividad y, sobre todo, compartieron lo aprendido. Lo hicieron solas, sin necesidad de adultos que lideraran el proceso. Y eso lo cambió todo.
Esta experiencia no solo demuestra que el juego es accesible y funcional, sino que puede ser apropiado para quienes lo viven en primera persona. Cuando se confía en la infancia y se les da un espacio real de participación, pasan cosas como esta: el contenido no se queda en el taller, sino que se convierte en acción comunitaria.
Alpartir fue el primer lugar donde comprobamos que la metodología Hateblocker no solo funciona, sino que deja huella. Una huella que otras niñas, desde su propio contexto, decidieron ampliar. Y eso, sinceramente, nos emociona.
¿Quieres llevar el juego de cartas Actitud Hateblocker a tu cole, instituto, pueblo o asociación? Escríbenos y te contamos cómo hacerlo posible. Lo importante no es cuánta gente asista al primer taller, sino lo que ocurre después.

🔗 Enlaces:
- Ayuntamiento de Alpartir (taller inicial).
- Noticia en El Periódico de Aragón sobre la sesión que organizaron las niñas.