Hace ahora un año, la ciudadanía española conoció a un adversario como hacía décadas que no conocía: la Covid-19. Un enemigo invisible del que poco sabíamos, salvo que teníamos que quedarnos en casa y renunciar al contacto con nuestros seres queridos. Pronto descubrimos que solo con la unidad de todas las personas podríamos parar esta epidemia. Para ello teníamos un único objetivo: frenar la curva de contagios. Cada día los técnicos daban una rueda de prensa para describir la evolución de la curva, esa manifestación de la expansión de la enfermedad. Sabíamos que cuanto peor le fuera a la curva, mejor nos iría al resto. Pero, ¿cómo potenciar esa acción colectiva para lograr un propósito común?
Recién decretado el confinamiento en España, el equipo del Laboratorio del Gobierno abierto de Aragón (LAAAB) fue capaz de crear una infraestructura capaz de canalizar toda la corriente de solidaridad colectiva que estaba apareciendo: jóvenes organizados para llevar la compra a personas mayores, gente que se turnaba para la crianza de la infancia, la comunidad maker imprimiendo mascarillas y material sanitario que posteriormente sería distribuida por taxistas… Todo ello gracias a Frena La Curva, una plataforma de innovación social que supone un gran caso de éxito en cuanto a amplificar la resiliencia cívica y facilitar la generación de redes entre colectivos ciudadanos.
En 24 horas se levantó la plataforma online FrenaLaCurva.net como espacio para recoger, ordenar y categorizar las iniciativas ciudadanas que estaban brotando. De esta manera se pudieron atender necesidades urgentes, además de localizar proyectos solidarios que han servido de inspiración para ser replicados en otros territorios. Para ello además de la plataforma de iniciativas se generó un mapa basado en software libre con el que se podían señalar en base a “chinchetas” las iniciativas: rojas para necesidades propias, verdes para ofertas de ayuda, azules para servicios disponibles y naranjas para necesidades con intermediación. Esta última, pensada para personas que no tienen acceso a la tecnología.
Al trabajar en códigos abiertos, Frena La Curva ha sido replicada en más de una veintena de países, ha generado un centenar de equipos en laboratorios distribuidos y ha sumado a comunidades de distintas latitudes.
Además, Frena La Curva es el proyecto que da origen a Hateblockers (spin-off). Terminada la primera ola del coronavirus, ante la situación de polarización y odio en redes sociales, surge la necesidad de “frenar la curva del odio” en internet. Es por eso que hemos querido dedicarle este post en el blog de esta comunidad que es Hateblockers.
Esta experiencia de innovación abierta ha sido capaz de conectar lo público y lo privado, la academia y la sociedad civil. Ha servido para conectar demandas ciudadanas con acciones solidarias, sumando saberes y sentires diferentes.
Web https://frenalacurva.net/
Memoria Frena La Curva: Ver aquí
Documental Frena La Curva: Ver aquí